viernes, 15 de julio de 2016

EL SÍNDROME DE SHEREZADE

                        

LAS MUJERES MUSULMANAS  NO ESPERAN SER FELICES CUANDO SE CASAN, SOLO 

ESPERAN QUE NO LES PASE LO PEOR  ( PROVERBIO ÁRABE )




                              Resultado de imagen de las mil y una noches


Para quien no lo sepa o no se acuerde, Sherezade es la protagonista del cuento de las Mil y una noches, y representa la sumisión absoluta de la mujer a la arbitrariedad del hombre. En el cuento un sultán de Persia , engañado por su mujer, la decapita y hace otro tanto con todas las damas de la corte. A partir de entonces decide acostarse cada noche con una mujer distinta ( virgen, se sobreentiende ) a la que decapitará al día siguiente. Sherezade, la hija del visir que suministra las mujeres al sultán, decide voluntariamente presentarse al sacrificio, pero le cuenta al sultán una historia tan bonita que éste decide no matarla para que la siga contando a la noche siguiente, y así se pasa Sherezade las mil y una noches, hasta que el sultán le perdona la vida. 


                                Resultado de imagen de las mil y una noches


Un día conocí a una belga, a quien voy a llamar Sherezade. Estaba en una plaza hablando español con un músico callejero peruano y con otra mujer española. Entablé con ellos y de allí nació una relación de amistad con Sherezade. Era una mujer de cuarenta años, jovial y encantadora, muy buena persona, con una sonrisa eterna en los labios y una mirada alegre, muy ingenua también, demasiado para los tiempos que corren.


                             Resultado de imagen de las mil y una noches


Aquél día ya me había llamado la atención porque no paraba de decir continuamente " mi amor, mi amor, mi amor ", tanto que me había parecido exagerado y me había hecho recordar el refrán " dime de qué presumes y te diré de que careces ". Más tarde declaró que su " amor " era musulmán, y lo dijo de una manera que ya no recuerdo pero que me hizo pensar en un amor que no era tanto, e instintivamente le dije: " Bueno, si te respeta ". Sherezade me replicó inmediatamente: " Sí, yo puedo tomar las cervezas que quiera ", lo que me hizo pensar: " Apaga y vámonos. Si todo el respeto se limita a que " pueda " tomar cervezas, es que tiene todo lo demás prohibido, y las cervezas a ver lo que duran."


                             Resultado de imagen de sherezade


Cuando conocí a su " amor " me quedé más que sorprendida. Era un vendedor del mercadillo con una pinta poco recomendable. No es que parezca mala persona, aunque tengo más que probado que tampoco es buena, no al menos según los cánones occidentales. Quiero decir que parece trabajador, serio y lo que se quiera, pero viene de sabe dios dónde y el hombre es más primitivo que el taparrabos de Adán y más bruto que un arado de vertedera, lo que no encaja con Sherezade ni a tiros. Pero como en España he visto cientos de veces a nórdicas acompañadas de machos ibéricos y especímenes increíbles a los que las españolas no miramos ni en pintura, me quedé tan muda como sorprendida y a la espectativa de ir conociendo aquella relación más profundamente, no fuera a equivocarme.



                             Resultado de imagen de macho ibérico


La segunda vez que vi a Sherezade me contó su vida en un visto y no visto. En resumen, sigue siendo la niña de dieciséis años loca perdida por el amor de su vida, solo que traumatizada porque aquél sueño juvenil acabó en pesadilla y divorcio. Desde entonces Sherezade no encuentra su sitio en la vida y tiene un grave conflicto interior que no supo ni sabe resolver y ha desembocado en varios complejos, cuando menos uno de inferioridad y otro de culpabilidad merecedores de tratamiento psicológico. Pasados los cuarenta años, con los hijos adultos y fuera de casa, Sherezade se encuentra sola, perdida y abandonada a su mala suerte, según ella misma afirma de una y muchas maneras. Yo le dije en más de una ocasión que en realidad es una mujer muy fuerte: ha sabido hacer frente con mucha energía a la adversidad, ha sacado a los hijos adelante y sigue luchando por la vida con una fuerza que ya me gustaría a mi tener. 


                              


Pero Sherezade está cansada y ha tirado la toalla. Se ve mayor, la crisis de los cuarenta se le ha venido encima, no sabe como reorientar su vida, sigue soñando con encontrar al hombre de su vida, o al menos una pareja para el resto de sus días, y está dispuesta a renunciar a todo con tal de tener unos pantalones en casa. Y se la ha llevado el primero que ha querido. Por desgracia su " hombre " no la quiere verdaderamente y la trata como tratan muchos musulmanes a las mujeres, como un objeto en propiedad, sin ninguna consideración y de la forma más déspota y arbitraria. 


                               


Traté de abrirle los ojos de la forma más diplomática posible, pero no fui capaz. Sherezade no quiere ver, se pone a la defensiva y contraataca. Nunca le hice un comentario directo para no ofenderla, no me gusta meterme en la vida de los demás, pero aquello me parecía un caso de humanidad. Fue imposible. A su macho no le gusto y no quiere que andemos juntas, no sea que la despierte y se le vaya la presa. La tiene totalmente subyugada. En consecuencia, Sherezade empezó a faltarme al respeto y a atacarme. Dejé de verla hace unos tres meses.

                                 Resultado de imagen de discusión entre mujeres


Decidí cortar la relación porque aquello no iba a ningún lado, como no fuese a peor, así que traté de salvar los restos de aquél naufragio quitándome del medio. La Sherezade risueña y alegre se convirtió en un ser triste y amargado, la sonrisa se borró de sus labios, anda estresada y agresiva, pero es incapaz de verse a sí misma. El lobo se comió a Caperucita. A dia de hoy no me extrañaría verla con el velo puesto, era una de las pesadillas de su subconsciente que más me contaba y más la amargaba.


                          Resultado de imagen de mujer musulmana con velo


Acabo de ver este comentario en un foro y no puedo estar más de acuerdo, así que lo añado.


                                 


Estos son iguales a los que celebraron el día de año nuevo robando y violando a más de quinientas mujeres en Colonia.