ERECCIONES NACIONALES

                                              

Sancho, amigo, ese afán tuyo de dar pan a quien no tiene dientes no está dando resultado. Estoy que si, que no, que voy a escribir de las elecciones en Barataria. Me comen los demonios. Esta banda de sinvergüenzas me tienen frito. Si quieres vivir, lo mejor que puedes hacer es venirte conmigo a la ventura por el extranjero y olvídarte de Barataria, que está llena de trasgos, brujos, magos y encantadores transformadores de verdades en mentiras y mentiras en verdades. 

                              

Sancho, desde que te dejé feliz en tu gobierno de Barataria me vine a ver el mundo, que es muy distinto a como lo pintan desde el balcón del ayuntamiento en Barataria. Por el mundo adelante la gente piensa. Bien o mal, mucho o poco, pero piensa. En Barataria, por el contrario, no queréis pensar. Estáis todo el día a negalla, sostenella y no enmendalla. Firmes en el error, contumaces en el empeño, inasequibles al desaliento. Erre que erre. Siempre negatifos, nunca positifos. Y así os va. Así que - te lo repito y te lo digo por tu bien - toma una hogaza de pan y una bota de vino, ponle la alforja al jumento y vente a ver mundo, que te va a sorprender y vas a despertar de tu letargo secular.

                                 

Barataria es y será toda la vida una ínsula feudal bananera, al menos mientras sigan por palacio los de siempre. Por decirlo a tu manera, esto es, tirando del refranero, da lo mismo rey que roque, no hay más leña que la que arde, de aquellos polvos vienen estos lodos, quien mal anda mal acaba, si el ciego guía al ciego ambos caerán en el hoyo, mal empiezas peor acabas, dime con quien andas decirte he quien eres, pagan justos por pecadores y cuidados ajenos matan al asno. Eso para empezar. Porque también hay que decir aquello de Dios los da y ellos se jun tan, por sus hechos los conoceréis, allá van leyes do quieren reyes, el que hace la ley hace la trampa, teniendo yo el palo y el mando haré lo que quisiere, el que tiene padre alcalde seguro va al juicio, si da el cántaro en la piedra o la piedra en el cántaro mal para el cántaro, la pobreza marcha sola la riqueza va escoltada, y más que me callo. Así que al buen callar llaman Sancho y deja Barataria. Que se maten. Pero tú no te pierdas. Porque te van a matar de hambre. No vas a comer más que duelos y quebrantos.

                            

                            

En Barataria manda la razón de la sinrazón. Siempre fue así. Siempre será así. O eso parece, por dar una mínima esperanza. Y con esos mimbres se hace ese cesto. No vale la pena luchar contra los molinos de viento ni andar de Herodes a Pilatos en casa de tócame Roque. A reunión de pastores cordero degollado, y las elecciones son fiesta propicia para el sacrificio de lo humano a lo divino, así que toma la ocasión por la melena, que la pintan calva y aprovecha que de noche todos los gatos son pardos para venirte a correr el mundo conmigo, no como un caballero andante de aquellos tiempos, sino como emigrante de alpargata, que es como te van a echar si sigues en Barataria. Tiempo al tiempo. 

                                            

Y qué te voy a decir de los candidatos. No hay más que verlos. Nunca tantos valieron tan poco. El sacristán se ve ya sin la sacristía. El monaguillo no para de dar vueltas a las manos. El coletas sigue con el tirachinas a ver qué rompe y ahora el espontáneo va a hacer de niñito Jesús en este Belén. Los demás están por el momento de figurantes. La parroquia medio vacía. Todos esperando el gordo de la lotería. País.
El último que apague la luz.