MARCHANDO OTRA DE MARCO POLO

Hace un tiempo os conté un relato de Marco Polo relativo a la leyenda de Mahoma y la montaña. Unos capítulos más adelante el viajero italiano nos recrea con otra historia fantástica, que copio literalmente:

" En Persia está la ciudad llamada Sava, de donde partieron los tres reyes cuando fueron a adorar a Jesús. Están enterrados en esta ciudad, en tres sepulcros muy grandes y hermosos; Sobre cada sepulcro hay encima una casa cuadrada muy bien construida, una al lado de la otra. Los cuerpos están todavía íntegros, con pelo y barba. Uno tenía por nombre Gaspar, el otro Melchor, el tercero Baltasar; El señor Marco Polo preguntó a muchos habitantes de esta ciudad sobre estos tres reyes, pero nadie supo decirle nada, salvo que eran tres reyes que habían sido enterrados allí desde muy antiguo.

A tres jornadas de allí hay un pueblo llamado Cala Ataperistan, es decir, Castillo de los Adoradores del Fuego. Es un nombre bien puesto, porque las gentes de este pueblo adoran el fuego. Y os diré por qué: ellos dicen que antiguamente los tres reyes de este territorio fueron a adorar a un profeta que acababa de nacer y le llevaron oro, incienso y mirra, para saber si este profeta era dios, rey terrestre o médico. Pues decían que si tomaba el oro sería un rey terrestre, si tomaba el incienso sería un dios, si tomaba la mirra sería un médico. 

Pero sucedió que, cuando llegaron donde el niño había nacido, el más joven de los tres reyes entró el primero y encontró al niño de su misma edad; Luego entró el otro rey de edad intermedia y, al igual que el otro, le pareció que tenía la misma edad que él, por lo que salió maravillado. Finalmente entró el tercer rey, el de más edad, y le pasó la misma cosa que a los dos anteriores, por lo que salió todo pensativo. Cuando se juntaron los tres, cada uno dijo lo que había hallado y visto, lo que tuvieron a gran maravilla. Entonces acordaron entrar los tres juntos y, al hacerlo, vieron que el niño tenía su edad propia, es decir, trece días, por lo que lo adoraron y le ofrecieron el oro, el incienso y la mirra. El niño tomó las tres ofrendas y les dio una caja cerrada ( con trece días ? ) Y los tres reyes se despidieron para volver a sus reinos.

Después de cabalgar varios días, los reyes se dijeron que querían ver lo que el niño les había dado. Abrieron la caja y hallaron dentro una piedra; Se preguntaron qué significado podía tener aquello, que quería decir que la fe que tenían debía permanecer firme en ellos como la piedra es firme. Esa era la razón por la que habían recibido la piedra. Pero ellos, que no comprendieron que la piedra tenía tal significado, la tiraron a un pozo. Al instante descendió del cielo un fuego ardiente que cayó en el pozo donde habían tirado la piedra. Cuando los reyes vieron esta maravilla quedaron asombrados y se arrepintieron de haber tirado la piedra, pues se dieron cuenta del significado, que era grande y bueno. Entonces tomaron de aquél fuego y lo llevaron a su país, donde lo pusieron en una iglesia muy grande y muy rica. Y a veces lo avivan y lo adoran como a un dios, y todas las cosas que le sacrifican las hacen cocer en este fuego.( ... )."  

Lo que no sabía Marco Polo es que el niño en cuestión no era Jesús, sino Zaratustra, un profeta que vivió al menos seis siglos antes que Jesús, fundador o, al menos, gran difusor del culto de Mitra, religión de culto al fuego, y de la que el cristianismo ha copiado no solamente la mitra, la tiara y otros adornos, sino también muchos ritos y tradiciones, sin contar con la propia vida de Jesús, un plagio descarado y vegonzoso de la vida de Zaratustra, desde el nacimiento hasta la crucifixión y la subida a los cielos, a tal punto que puede llegar a dudarse si Jesús existió. 

Desde luego, y atendiendo a la biografía de Zaratustra, o Jesús es un invento o lo es al menos el relato de su vida completa, tan desvergonzado es el plagio, como iré desvelando en nuevos post, y si me olvido o tardo me lo recordáis, que la cosa tiene tela de entretela. Un ejemplillo. Sabíais que tanto Jesús, como Zaratustra, como Osiris, nacieron todos el mismo día, es decir, el 25 de Diciembre ? Qué casualidad, que todos los dioses nazcan el mismo día, que, en realidad, no es el 25 sino el 21 de Diciembre. 

La explicación es muy sencilla: nuestro calendario es herencia del egipcio, que constaba de doce meses de 30 días, lo que hace 360 días, a los que se anadían cinco más hasta acabar el ano, seis los anos bisiestos. Si al ano egipcio le restamos esos cinco días adicionales estamos en el 26 de Diciembre de nuestro calendario. Restamos de los 30 días del mes de Diciembre egipcio cinco días y estamos en el 25 de Diciembre egipcio, que coincide con el 21 de Diciembre de nuestro calendario ( 26-5=21 ). El 21 de Diciembre es el día más corto del ano, el día que comienza el nuevo ciclo solar. De ahí que todos estos dioses y profetas nazcan este día. 

Pero con el paso del tiempo se olvidó el verdadero significado de esta fecha, los cristianos plagiaron muchos ritos y tradiciones no sólo del judaísmo o de la mitología grecorromana, aquí os he dejado también una de las múltiples muestras de lo que copiaron a las religiones egipcias y mesopotámicas. Otro ejemplo, Jesús no nació en el año que hay establecido, sino unos seis o siete años antes, si es que existió de verdad. Si no fuera así, la faena de Herodes era imposible: Herodes murió en año 4 a. C. De todas maneras, Herodes no hizo ninguna matanza de inocentes. La leyenda se fraguó porque mandó matar a dos de sus hijos, que ya eran mayorcitos y le daban guerra, y después la fantasía de los cristianos hizo el resto para meternos la bola de los santos inocentes, que vaya si lo hemos sido. Y seguimos siendo.