domingo, 24 de enero de 2016

LA VIDA SIGUE IGUAL

                                        

La guerra civil española fue particularmente salvaje y feroz. Ambos bandos cometieron atrocidades, pero fueron los fascistas los que dieron el primer paso en ese sentido, los que provocaron tales acciones y los que se distinguieron de forma increible y espantosa, como refleja una crónica de un corresponsal norteamericano, John Whitaker:
" No podré olvidar jamás la primera vez que vi una ejecución masiva de prisioneros. Yo me encontraba en la gran calle de Santa Olalla cuando siete camiones llevaron allí a gente de la milicia. Fueron descargados y amontonados como un rebaño. Tenían la mirada triste, vacía y abatida de soldados a los que el bombardeo constante y continuo de los aviones alemanes había obligado a rendirse. La mayoría de ellos llevaban en la mano un pañuelo sucio o una camisa que habían ondeado para rendirse. Dos oficiales de Franco les dieron cigarrillos, y mientras que fumaban por primera vez en semanas varios republicanos se pusieron a sonreir como niños, de un aire tímido. De golpe un oficial me toma por el brazo y me dice: " Es hora de largarse de aquí ". Frente a aquél rebaño de prisioneros los soldados moros se afanaban en poner dos ametralladoras en batería. Los prisioneros los vieron igual que yo. Se pusieron a temblar de una sola y misma convulsión al momento en que los hombres de la primera fila, mudos de terror, reculaban, el rostro pálido y los ojos llenos de angustia. Yo corrí a un viejo café en ruinas. Un soldado moro había descubierto allí un viejo piano mecánico. Lo había puesto en marcha y pataleaba frenéticamente sobre los pedales, riéndose y burlándose alocadamente mientras el piano tocaba un aire de Hollywood, " San Francisco ", al tiempo que las ametralladoras disparaban en ráfagas cortas y lentas de diez o doce tiros cada vez, alternando con silencios..."       

                                Resultado de imagen de fusilamientos de la guerra civil española

España sirvió de escenario y preparación de la Segunda Guerra Mundial. En 1931 la monarquía se había hundido entre la incompetencia y la torpeza del rey y de sus gobiernos. La República había tomado la alternativa intentando, mal que bien, acabar con los males que arrastraba el país: atraso, miseria, analfabetismo... decretando una serie de reformas agrarias y cambios sociales elementales. 

                                

El nuevo régimen topó con una vigorosa oposición de los militares, la Iglesia y los grandes de España, menos de un 1% de la población, que controlaba sin embargo más de la mitad de la riqueza del país. Las elecciones de Febrero 1936 fueron favorables al Frente Popular, que eligió un gobierno que no comprendía ni a socialistas ni a comunistas. Cinco meses más tarde Franco se alzó en armas contra la República acusándola de ser comunista.  

                             

El levantamiento de Franco proporcionó a Italia y a Alemania una ocasión estratégica imprevista. La victoria de Franco supondría un debilitamiento de la frontera francesa sobre el Rin gracias a la presencia de una fuerza hostil todo a lo largo de los Pirineos, así como un desafío lanzado a Francia e Inglaterra sobre el Mediterráneo: Una España fascista amenazaría Gibraltar y cerraría la puerta del Estrecho, arteria vital de enlace entre Gran Bretana y su imperio de Extremo Oriente. España podía hacer inclinar la balanza de una posible guerra europea hacia el Eje Roma-Berlín. Además, era un excelente terreno para someter hombres y nuevo armamento a prueba.

                                    Resultado de imagen de franco

Hitler y Mussolini intervinieron rápidamente enviando aviones, tanques, cañones y tropas. Al final de la guerra civil, se estima que los 100.000 soldados italianos y los 20.000 soldados y técnicos alemanes representaban 40% de los efectivos de Franco. Si sumamos las tropas moras resulta que al menos la mitad del ejército " salvador " estaba formado por extranjeros que venían a luchar contra los españoles para expulsar de la patria a un comunismo " ruso " cuya presencia era nula al inicio del conflicto. Fue, en fin, una " santa cruzada " contra el bolchevismo ejecutada, entre otros, con guerreros musulmanes. 












Franceses e ingleses sumaban ellos solos el 90% de las inversiones extranjeras en España, pero sacrificaron sus propios intereses estratégicos y financieros para no " provocar " a las potencias del Eje. La República española se halló abandonada hasta el punto de no permitírsele ejercer el derecho de comprar armas y material de guerra conforme a las leyes internacionales. Por su parte, los Estados Unidos aplicaron su ley de neutralidad, decretando en Enero 1937 el embargo sobre el envío de marterial de guerra a ambos campos. Pero el petróleo y otros productos que no estaban embargados llegaban sin problemas... al bando franquista. Obrando de esa manera, el bando fascista por acción y las democracias por omisión, éstas ayudaron a las primeras a hundir a la República.


                           

Acabada la guerra,  Franco instaló en España una dictadura fascista peculiar, un régimen medieval de represión salvaje, apoyándose en el Ejército, la Iglesia y la casta privilegiada de los grandes magnates y terratenientes. No se sabe cuantos muertos dejó el conflicto porque el franquismo se encargó de hacer imposible una estadística oficial, pero se calcula que durante la guerra murieron unas 500.000 personas, dos tercios de ellos civiles republicanos a los que daban el " paseillo " hasta las cunetas donde eran fusilados. Terminada la guerra, otros 500.000 fueron fusilados o murieron a causa de los malos tratos, y entre uno y dos millones de personas pasaron por la cárcel. Al menos otro millón de españoles huyó como y por donde pudo a un exilio del que la mayoría no pudieron regresar.

                                 

Después de casi tres años de guerra, Franco debía 4.000.000.000 de francos a Alemania y 2.500.000.000 a Italia. El país estaba destruido, sin recursos y muerto de hambre. Y aún faltaba lo peor. La prometida " nueva España " fue forjada a través de la torpeza, la incuria, el desprecio y el abuso del régimen franquista, que fue hundiendo al país durante veinte años en la miseria y el tercer mundo. Pero habían salvado a España. O eso decían. 

                           

Cuarenta años después de muerto Franco la cosa sigue igual. El franquismo sigue vivo, no solo en los partidos que nos gobiernan, sino en la mentalidad de la gente. Cuarenta años de dictadura férrea y feroz dejaron marcadas a muchas generaciones. Franco murió pero los franquistas siguieron mandando, directa o indirectamente. No hubo un juicio de Nuremberg que sacara a luz todos los crímenes del franquismo y metiera en la cárcel a todos los criminales franquistas, a sus cómplices, colaboradores y encubridores, empezando por la Iglesia, que puso al dictador bajo palio y rezaba por él en todas las misas.

                                 Resultado de imagen de franco bajo palio

El régimen criminal se auto amnistió a sí mismo, siguió controlando todos los resortes del poder y, finalmente, volvió a gobernar, pero esta vez sin necesidad de pegar tiros y asesinar a diestro y siniestro. Ahora lo hace con los votos de los españoles, que les han dado mayoría absoluta en más de una ocasión. Ver para creer.       

                  


No hay comentarios:

Publicar un comentario