jueves, 14 de febrero de 2013

RINGO Y LUIGI







Como hoy es el día de San Valentín voy a contaros una historia de amor:

RINGO Y LUIGI

Cuando Luigi vino a vivir con nosotros Ringo ya tenía nueve años. Era un macho alfa que no bajaba la guardia nada más que con mi marido y para eso no siempre, sólo cuando no le quedaba otro remedio. Luigi tenía dos meses y veía en Ringo un líder perfecto al que imitaba en todo. Ringo no le hacía caso e incluso le gruñía cada vez que Luigi se tomaba alguna confianza. A Ringo siempre le han dado un poquito de grima los cachorros.

Al principio me daba miedo dejarlos solos por temor a que pasara algo, pero un día  tuve que salir sin poder dejar a nadie al cargo. Angustiada le dije a Ringo que se portara bien y cuidara de Luigi. Cuando regresé y abrí la puerta con temor, cuál no sería mi sorpresa cuando vi en el diván a los dos durmiendo, Luigi lo hacía sobre la cabeza de Ringo y éste, al oírme, abrió un ojo y me miró con resignación. Le di las gracias por haber cuidado tan bien al bebé y todo siguió como siempre: Luigi con adoración y Ringo con una indiferencia aparente que sólo rompe con un lametazo cuando reñimos a Luigi o cuando lo ve enfermito.

Un día, paseando por el campo, Luigi encontró un hueso y lo desenterró con el ansia del que encuentra un tesoro. Vi la codicia en los ojos de Ringo quien, sin darme tiempo a reaccionar, salió a la carrera para sacárselo. Luigi ya era un adulto de dos años y Ringo un anciano, con el agravante de que Luigi es un perro de defensa y Ringo de caza. Cuando llegué estaban enzarzados en una pelea y yo era incapaz de separarlos. Me asusté tanto que empecé a llorar. De repente vi que Luigi se echó al suelo y se puso a merced de Ringo dispuesto a morir. Al verlo a su merced Ringo lo lamió durante un buen rato y, olvidándose del hueso, corrieron juntos como si nada hubiera pasado.Yo seguía llorando, pero ya no era de miedo, sino de emoción.

Hoy Ringo tiene catorce anos y Luigi cinco, pero la relación no ha variado: Ringo, hecho un ancianito, sigue siendo el jefe, sólo que ahora Luigi no permite que se le acerque ningún desconocido y cuando lo ve enfermo duerme pegadito a él. Eso sí, Luigi aprendió de su maestro el oficio de cazador. Ringo, por su parte, no ha dado palo al agua en su vida. Se quieren sin más.

FELIZ SAN VALENTIN

2 comentarios:

  1. Bueo ya te dije e el chat que me encanto esta historia lo que no dije alli es que hasta se me ha escapado algua lagrimilla leyedolo. Un achuchon muy grande para los dos de mi parte y lo que te dije que no me extraña que los quieras tanto.

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