AMOR.COM

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Lo conoció en la red. Se fijó en él por su enigmático nick. Nunca escribía, pero su presencia silenciosa y llena de misterio le bastaba para brillar con luz propia. Siempre lo veía leyendo las páginas en las que ella participaba. Al principio lo atribuyó a la casualidad, pero con el tiempo comprobó que entraba y salía en función de su presencia.

Lo imaginó guiada por su intuición y sus deseos. Un día que él entró más tarde de lo habitual se inquietó, y cuando al poco rato lo vio, su corazón se aceleró. En ese momento se dio cuenta de que se había enamorado.

Se encontraban en un foro y ni un solo día faltaban a la cita. Cada noche, cuando se conectaba, buscaba con ansiedad hasta encontrar el nick amado. Entonces su corazón latía más rápido y hasta sus mejillas se ruborizaban.

Escribía  para él y le mostraba sus sentimientos por medio de la música e imágenes que buscaba con mimo en internet. Él se expresaba a través de largas presencias, cortas ausencias o desapariciones repentinas. Algunas veces creía reconocerlo escondido detrás de algún nick nuevo que le ponía canciones románticas.

Le gustaba su rara timidez. De madrugada, cuando ya no quedaba nadie, se pasaban horas uno al lado del otro sin decir nada, porque la magia de ver sus nicks unidos les bastaba. Soñaba con él cada dia, recreándose en la imagen de lo que sería su primer encuentro. Secretamente esperaba que le enviara un privado con algún mensaje de amor.

 Así pasaba el tiempo....hasta que un día por fin recibió un privado de él. Era un pequeno corazón rojo que ella tenía que abrir. Cuando ilusionada y nerviosa lo hizo... su pantalla se paralizó.

Al día siguiente un técnico frío y profesional le comunicó que ese nick que le robaba el sueño y el corazón fue quien le había enviado el virus que destruyó el sistema de su ordenador.